¡Los inmigrantes no se comen a las mascotas! (O al menos eso es lo que nosotros pensamos)

Por: Filex Sanchez

“Si mis hijos pueden verlo con tanta claridad, creo que los adultos también deberían poder hacerlo.”

Como abogado de inmigración, me enfrento a diario con los desafíos y malentendidos que muchos tienen sobre los inmigrantes. Pero fue una conversación sorprendentemente divertida de mis hijos, Abigail y Lucas, la que me inspiró a escribir este artículo. 

En una tarde común, mientras veíamos las noticias, escucharon a un político afirmar algo ridículo: que los inmigrantes se comen a las mascotas. La reacción inmediata de mis hijos fue de asombro e incredulidad, y de allí surgió un diálogo lleno de humor, preguntas curiosas y reflexiones que, aunque infantiles, capturaban una verdad profunda. 

Este artículo no es solo una reflexión sobre cómo las mentiras pueden causar daño, sino también una llamada a la empatía y a ver a los inmigrantes como lo que son: personas que, al igual que nosotros, buscan una vida mejor. Y si alguna vez escuchas algo tan ridículo como que los inmigrantes se comen a las mascotas, recuerda usar tu propio juicio, o mejor aún, ¡pregúntale a un niño!

Hola, soy Abigail, pero todos me llaman Abi. Tengo 10 años y soy la hermana mayor, así que eso me hace súper inteligente. Y este es mi hermano pequeño, Lucas, que tiene 8 años y siempre está haciendo preguntas raras. Hoy, vamos a contarles algo que escuchamos en la tele, pero prepárense, ¡porque es LOCO!

Abi: Entonces, el otro día estábamos viendo las noticias, porque mamá dice que tenemos que "estar informados”, o lo que sea que eso signifique. Y este tipo, creo que es un candidato a presidente o algo así, estaba hablando sobre inmigrantes.

Lucas: ¡Y dijo que los inmigrantes SE COMEN A LOS PERROS Y GATOS! ¿Qué? ¡Eso es como si yo me comiera a mi perrita, Coco! ¡COCO NO ES COMIDA!

Abi: Sí, suena como una película de terror mala. Pero, obviamente, esto no es verdad. Primero, porque... ¿quién haría algo así? ¡A todo el mundo le gustan los perritos y los gatitos! Y todos saben eso, pero por alguna razón, éste loco anda diciendo puras mentiras, ¿y saben qué?, ¡hay gente que le cree!

Así que pensamos, ¿por qué estos adultos importantes están diciendo cosas tan tontas? Es peligroso, porque cuando dicen que los inmigrantes se comen a las mascotas, hace que la gente empiece a creer cosas que no son verdad.

Lucas: ¡Exacto! Es como cuando les dije a mis amigos que puedo volar si como suficientes nuggets de pollo. ¡No funcionó! (Pero lo intentaré de nuevo mañana).

Abi: Y lo peor es que si las personas empiezan a creer que los inmigrantes son malos, solo porque a algunos adultos les gusta decir cosas raras, eso puede hacer que la gente les tenga miedo o les trate mal. ¡Eso es injusto! Los inmigrantes son personas como todos nosotros. Algunos de mis mejores amigos en la escuela son inmigrantes, y te prometo que nunca he visto a uno comerse a un perro o un gato. 

Lucas: ¡Jamás! Además, si empiezas a decir cosas raras como que los inmigrantes están comiendo mascotas, la gente podría pensar que los perros y gatos son las nuevas verduras. ¡Y ya tenemos suficientes problemas para comer brócoli!

Abi: Lo que queremos decir es que, si los adultos dicen cosas locas en la tele, nosotros, como niños, sabemos que no todo lo que escuchamos es verdad. Es importante, que nosotros como niños les enseñemos a los adultos que no todo lo que escuchan en la tele es verdad, porque eso también puede ser peligroso para los inmigrantes, podrían pensar que todos creen esas mentiras y que ya no son bienvenidos aquí.

Lucas: ¡Sí! Y, además, ¡las mascotas están a salvo! Bueno, excepto los ratones. Los gatos SÍ comen ratones. ¡He visto documentales! Eso es real.

Abi: Así que, para todos los adultos por ahí, por favor dejen de decir tonterías. Los inmigrantes no están aquí para comerse a nuestras mascotas, ellos están aquí para vivir una vida mejor, igual que el resto de nosotros. Y si alguna vez escuchan algo tan ridículo, solo recuerden lo que su mamá dice siempre: "Usa tu cerebro antes de creer cosas raras en la tele".

Lucas: ¡Y no olvides alimentar a Coco! ¡Porque, aunque ella nunca se comería a un gato, Coco comería toda la pizza de la casa si pudiera!

Abi: Así que ya lo saben, gente. No hay nada que temer, a menos que seas una pizza.

Lucas: ¡O un brócoli!